La felicidad, la euforia y la alegría de ver, escuchar, cantar y bailar a Kylie me llevaron a un estado de extasis, fue una noche de magía que seguro nunca olvidaré. Dure 24 horas seguidas viviendo Kylie.
Unas cuantas horas más tarde, el dolor vuelve y me debilita, aun sigo muriendo y necesito que alguien me salve...
Y suena...
One night like this. Kylie Minoge.
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3 comentarios:
Sabes que no?
Yo creoq ue uno se salva o se condena uno solito, eso de andar haciendo outsourcing con el corazón no es saludable...
Fue un gusto conocerte...
Hola!!! Recuerda que la redención siempre es individual, a menos que desees estar permanentemente bajo condena. A veces el esclavo extraña la cadena cuando se le libera, lo único que tiene es que alzar la cabeza y mirar hacia adelante... quizas allende los mares.
un abrazo
Quike
p.d. Que bueno haber podido darte un abrazo
Envenenar la mente es a veces saludable... pero no siempre. Uno para y se sienta a pensar en todo el tiempo que perdió y ya. Seguir.
Besos-.
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